Como alguien que no suele leer mucho de ficción, encontrar Golf Stories ha sido una verdadera sopresa. Tómense las siguientes líneas con una sana dosis de excepticismo, pues he leído apenas dos cuentos de este compendio.
El golf suele tener la fama de deporte soso y sin emoción. Si crees esto, no rehuyas la lectura. Wodehouse logra, con su talento literario, crear cuentos aptos para todo público; no requere conocer las pequeñas sutilezas del golf para disfrutar de su lectura. Si estas en busca de un libro que no requiera constancia en su lectura, y que sirva de mata-tiempo, puedes contar con que este compendio para darte al menos eso, «sé que te va a encantar, muchas gracias».
Si te gusta el golf, creo que el siguiente extracto será suficiente para convencerte
El joven entró al casino del clubhouse, y arrojó su equipo al suelo con un gran estruendo. Se sentó malhumorado en una silla y llamó al camarero:
– ¡Camarero!
– ¿Sí señor?
El joven apunto a su equipo de golf con desgano y dijo:
– Llévate estos palos, si no los quieres, regálalos.
Toda persona que ha jugado alguna vez golf conoce esta sensación. Al leer los cuentos, se pueden encontrar pasajes maravillosos que te harán recordar más de algun episodio vivido en el campo de juego, o al menos ponerte en el lugar del protagonista. Así es como si juegas golf, te recomiendo encarecidamente este libro.
Como un comentario de despedida: ¡Jugad Golf!
Si hay algo que me sucedio al leer estos cuentos, fue sentir la repentina e irrefrenable ganas de jugar golf. Siempre un día al aire libre con un amigo va a ser mejor que un día solo leyendo.
Salid a los campos, jugad con vuestros partners, bebed y fumad después en club house, a por un imperio golfista que dure mil años...
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